Rupturas, filtraciones, abismos
una pareja intenta cruzar un río con su hijo en brazos, llevan dos meses atravesando varios países. un incendio destruye un jardín botánico y cientos
Por estos días he seguido debates sobre la naturaleza y lo que significa para nosotros, los humanos. En casi todos la naturaleza es un ente externo, a nuestro servicio, en otros espacios también es sujeto de derechos, entidad superior. En casi ninguno nosotros, los humanos, somos naturaleza. Algunos hablan de tres «naturalezas«, una biológica, una cultural, una tecnológica. Pensativa sugiero que somos carne y hueso, somos seres vivos, por lo tanto naturaleza. Sin embargo, frente a los dilemas socioecológicos de hoy, si urge saber dónde situarnos.
Esta semana la Amazonía colombiana se está quemando. En la Sierra de la Macarena existen por lo menos 1,280 focos de fuego, así como en otros lugares como la Serranía del Chiribiquete, en zonas protegidas por su vasta biodiversidad. No llueve hace tiempos. La deforestación en otras zonas limita la capacidad del manto de retener humedad. Todo sucediendo frente a nuestros ojos, registrado en redes sociales y prensa, ¿quién debería hacerse responsable? El Estado? ¿de quién es la selva tropical?. Para muchos, estas tierras se necesitan para sembrar materia prima y ganadería, para generar empleos, para mover la economía. Para otros, estos bosques pertenecen al sistema pulmonar del planeta, hoy atascado por el virus humano.
El oriente del país es una tormenta perfecta para la consolidación del poder de esa naturaleza cultural y tecnológica: sistema legal flexible para el acaparamiento de tierras, altos precios del ganado y las materias primas agrícolas, construcción legal e ilegal de carreteras, recambio poblacional, consolidación de una visión productiva de este territorio, donde el bosque no es tan rentable.
En un panorama diferente existe el derecho al bosque, la gobernanza local, accesos no solo terrestres al territorio, valorización de prácticas ancestrales, una visión donde somos seres vivos en colaboración.
Para plantear nuevos ámbitos para nuestro rol / relación / posición con la naturaleza, pienso en que los huevos y las semillas contienen los embriones de futuros seres vivos. Tal vez ese bosque incendiado dejará algunos huevos sin nacer, varias semillas sin germinar. A pesar de eso, me dejo llevar por la idea de algo naciendo, algo germinando entre toda esta zozobra.
una pareja intenta cruzar un río con su hijo en brazos, llevan dos meses atravesando varios países. un incendio destruye un jardín botánico y cientos
“Soy la poeta de los objetos perdidos soy un objeto sonoro construyo un género sin nombre a ciegas con todos mis esfuerzos mis delirios mis